14/04/2021 10:58
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Marcelo Bielsa, con habilidad dialéctica, había mesurado su alegría tras la histórica victoria ante el Manchester City al aclarar que quien merecía ganar era su rival. Y Pep Guardiola, horas más tarde, en la antesala de la revancha en Alemania ante el Dortmund también jugó con las palabras: “El fútbol es un negocio y nuestro negocio es ganar; si no ganamos yo seré un fracasado”, sentenció. Y enseguida advirtió: “En Barcelona yo no gané la Champions, la ganaron los jugadores que son los que están en el campo”.
Lo diga o no, Guardiola sabe que cada equipo que dirige tiene su apellido. Es el City de Guardiola. Y lo diga o no, la espina que tiene el equipo inglés, uno de los nuevos ricos en el mercado globalizado del fútbol, con la Champions League es la misma que arrastra el magnífico entrenador español desde aquella que levantó en 2011 con la obra de arte que supo construir en Barcelona.
Diez años pasaron para este nuevo intento de Pep. Y cuatro para que City salte la barrera y se meta en el póker de los mejores de Europa: en 2016, de la mano de Manuel Pellegrini los ingleses cayeron en semis frente a Real Madrid en su mejor actuación en el certamen.
What a finish to get his first Champions League goal from Jude Bellinghampic.twitter.com/qQ4HsJZqBw
— 🇨🇩🇸🇱 (@F1avs) April 14, 2021Esta vez, a diferencia de lo ocurrido el sábado ante el Leeds de Bielsa, los merecimientos del City se tradujeron en el resultado. No fue superado cuando estaba abajo en el marcador, tuvo la paciencia suficiente para ir triturando a un duro hueso como el Borussia Dortmund y terminó cómodo abrochando el pasaje a una serie que asoma impresionante frente al PSG.
Atrás queda un equipo intenso como el alemán que es punzante, se mueve en bloque. Van y vienen todos juntos y no necesita de una tenencia prolongada para llegar al área de enfrente. Encima, en su mítica aunque vacía casa, logró rápido lo más difícil: pegó en la primera llegada a fondo, consiguió el gol que precisaba y se dedicó a tirar la presión del otro lado.
Riyad Mahrez cambia por gol la concesión de Emre Can. City de vuelta adentro. pic.twitter.com/mMjHOhF1qA
— Fútbol Vertical (@futbol_vertical) April 14, 2021Jude Bellingham tiene 17 años y 290 días. El sábado se había convertido en jugador más joven en marcar un gol en la Bundesliga en el triunfo ante Stuttgart. Y ahora lo extendió a la Champions con una definición perfecta, tomándose el tiempo que siempre ofrece el área y abriendo el pie derecho para que la pelota viaje al ángulo de Ederson.
Desde ese gol hasta el empate de Mahrez, de penal (una mano muy inocente de Emre Can en el área) pasó casi una hora en la que el City no perdió la línea. Fue madurando el gol, acorraló con Sterling de un lado y Foden del otro; con De Bruyne flotando libre por todo el frente de ataque, con la línea defensiva confiada en jugar al borde del círculo central.
Qué clase de jugador es Phil Foden. Cuando muchos abandonaron el club buscando una oportunidad, él se quedó para pelear un puesto en el XI.
Hoy le está dando el pase a la 2da semifinal de la #UCL en la historia del Manchester City.
LA JOYA PHIL FODEN 💎 pic.twitter.com/WtZQlvKHDt
Y tuvo un segundo mérito el equipo de Pep: no se dejó traicionar por el empate parcial, siguió atacando para liquidar la historia. Lo hizo con el golazo de Foden, que apareció solito a la salida rápida de un córner y clavó un zurdazo perfecto contra el palo.
A la fila de despedida que iniciaron Cristiano Ronaldo y Lionel Messi se les suma Erling Haaland, que sigue con el arco cerrado y gritó apenas un gol en sus últimos nueve partidos, entre el Dortmund y la selección noruega.
La marquesina de la Champions espera por su nuevo dueño. Allí está Mbappé agazapado. Aunque Guardiola, desde afuera y aunque no lo diga, también quiere volver a dejar su huella.
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