Sergio Vázquez
11/07/2021 0:02
- Clarín.com
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Apenas terminó el partido, se me cayeron las lágrimas. Me puse a llorar de la alegría. Fue una sensación hermosa ver así a estos pibes que tanto la pelearon y a algunos que sufrieron tantos años por las finales perdidas. Cuando ves que se caen y se vuelven a levantar, cuando se esfuerzan tanto por el objetivo...
Y había que hacer justicia con este pibe, con Lionel Messi, que es un fenómeno. Nadie lo va a poder volver a discutir. Y tampoco a Ángel Di María. Ojalá que lo empiecen a tratar mejor. Hizo un golazo, pero se veía que estaba atravesando un gran momento.
Había algo que se palpaba en el ambiente. Sabía que se iba a cortar la racha. Tenía muy claro por dónde iba este proceso. Había visto una similitud muy grande con el que vivimos nosotros en 1991, cuando se empezó con la renovación, y a partir de entonces el equipo creció hasta el punto de ser bicampeón de América. No sólo por el juego, sino también por el compañerismo, por el grupo. Cada vez que uno cometía un error, ahí estaba el compañero para protegerlo, para cubrirlo, para subsanar cualquier inconveniente.
Esta fue una película soñada. Se ganó la Copa América después de 28 años contra Brasil, en Brasil y en el Maracaná, ni más ni menos.
Si tengo que hablar de los centrales, de ese puesto que conozco, hoy me dieron una tranquilidad enorme. Tanto Cuti Romero como Otamendi jugaron un partidazo. Y también Pezzella cuando le tocó entrar. Metió un cruce clave, fenomenal, cuando se le venía encima Gabigol.
Ángel Di María, con la Copa América.Foto AP
Se veía que ninguno podía fallar y demostraron una entereza enorme. Y encima hay un arquero como Emiliano Martínez, que muestra una gran seguridad. Con un número uno como él, los centrales no necesitan darse vuelta. Saben que están muy bien respaldados.
Y un párrafo aparte merece De Paul. Jugó un gran partido, recuperando la pelota, asistiendo a Di María, mostrando una gran jerarquía en toda la cancha.
Hay que hablar de Lionel Scaloni también. Lo vengo diciendo desde que le tocó asumir en lugar de Jorge Sampaoli. Es un gran entrenador y tiene mucho futuro. Pero hubo algo clave y es su cuerpo técnico. Se rodeó muy bien, con gente que conoce los pasillos de la Selección: Roberto Ayala, Pablo Aimar, Walter Samuel...
La primera cosa que hicieron bien fue conformar un grupo espectacular. Todos trabajan 24 horas para ver cómo mejorar lo táctico. Ojalá que a partir de este resultado se empiecen a cosechar los frutos a largo plazo.
Se viene el Mundial y todos están a la altura.
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