Una persona sostiene pesos colombianos en un mercado de alimentos en Riohacha (Colombia).Nicolo Filippo Rosso (Bloomberg)
Hay humo blanco. Las centrales obreras y los grandes gremios lograron un acuerdo sobre el aumento del salario mínimo para 2023. Será del 16%, con lo que pasará de 1.000.000 a 1.160.000. La discusión estaba entre un piso del 13.77%, correspondiente a la suma de la inflación hasta noviembre y el aumento de la productividad certificada por la autoridad estadística, y el 20% que habían pedido los sindicatos.
El Gobierno, encabezado por la ministra del Trabajo Gloria Inés Ramírez y por el presidente Gustavo Petro, explicó lo logrado en una rueda de prensa junto con los líderes gremiales y sindicales que lograron el acuerdo. “Es histórico porque hemos tomado como base la inflación de los pobres”, explicó la ministra. Efectivamente, la inflación para el segmento más pobre de la población ha sido más alta que la general o la de los grupos con más ingresos, de un 14.3.% hasta noviembre. “Espero que este incremento del salario mínimo recupere el poder de compra que se ha perdido en los últimos meses en virtud de la inflación”, expresó el presidente. También hizo explícito que con el aumento busca impulsar la demanda de la economía para “corregir una situación de crecimiento del hambre” y lograr un mayor crecimiento de la economía en 2023.
Además del aumento del 16% del salario mínimo, el acuerdo incluye un incremento mayor, del 20%, en el subsidio de transporte, un dinero adicional que los empleadores deben pagar a quienes ganan el salario mínimo y que no es base para los pagos de seguridad social. Con los dos cambios, el ingreso neto de los 3,4 millones de trabajadores que perciben el salario mínimo pasará de 1.117.172 pesos a 1.300.000 (alrededor de 260 dólares), un 16.4% más.
El Gobierno ha adelantado un trabajo para buscar que el aumento del salario mínimo jalone menos la inflación. Para ello el Ministerio de Hacienda hizo consultas entre otros sectores del Estado, de tal forma que pudiera identificar diversos cobros o tasas cuyos ajustes anuales estén atados al del salario mínimo, como las matrículas de las universidades públicas, los pasajes intermunicipales, las multas de tránsito o las llamadas cuotas moderadoras de la salud, el dinero que pagan los usuarios cuando reciben servicios cubiertos por las EPS. La intención es modificar las normas para que el alza sé de con la inflación o con otro índice.
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