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Los comienzos
La madre de Paco Rabanne, de la que aprendió el oficio de modisto, era costurera jefa de la casa Balenciaga en España, trabajo que pronto tuvo que abandonar para exiliarse junto a toda su familia a Francia durante la Guerra Civil española (1936-1939).
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Las primeras aportaciones de Rabanne al mundo de la moda fueron innovadoras piezas de bijou y botones de plástico que vendió a Balenciaga, Dior y Givenchy.
Guiado por un talento natural, lanzó en 1964 sus primeros trajes experimentales realizados en materiales contemporáneos como el metal y el plástico. Por sus modelos en metal o sus vestidos de papel, el inventor de la cota de malla de los años ‘60 es una figura de referencia para muchos diseñadores. Incluso, Coco Chanel, lo bautizó como el metalúrgico.
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Casi treinta años después, en su taller-laboratorio, siguió fiel a su modo de hacer las cosas, siempre mirando al futuro. Sus instrumentos preferidos, aparte del lapicero, fueron las tenazas y el soplete, algo insólito en un modisto...
Su musa siempre fue una mujer a la que describió como la Juana de Arco del año 2000: "una luchadora que domina a los hombres de manera asombrosa".
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Cubierto de honores y distinciones, ha mostrado que lo importante para él es crear volúmenes, modelos únicos concebidos como naves en el espacio. Trajes para ir de picnic adornados con cubiertos de plástico, boleros confeccionados con golletes de botellas, túnicas realizadas con plaquetas articuladas.
Eso provocó que, a lo largo de su vida, haya recogido numerosos premios, galardones y reconocimientos. Destacando, por ejemplo, la Legión de Honor de Francia o el Dedal de Oro.
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Sin miedo, Rabanne trabajó con materiales, tejidos y patrones de toda clase. Sus propuestas eran diferentes y eso las convertía en únicas. Fue de los primeros en trabajar con modelos de color en las pasarelas y vistió a grandes nombres como Audrey Hepburn, Jane Fonda o Brigitte Bardot, entre muchas otras.
El mundo de las fragancias
También sus perfumes y cosméticos son una obra de arte que además le resultó muy rentable, ya que su fábrica en Francia produce más de 3.000 toneladas de productos al año. Muchas de sus fragancias siguen siendo de icónicas. Un proyecto que consiguió junto a la empresa española Puig alrededor de los años ‘60 y que ha generado un enorme éxito en el mundo de los perfumes.
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De esta manera, Puig, ha sido de las primeras en lamentar esta noticia a través de un comunicado lamentando la pérdida.
José Manuel Albesa, presidente de la división 'Beauty and Fashion' ha declarado lo siguiente: "Paco Rabanne hizo magnética la transgresión. ¿Quién más podría inducir a las elegantes mujeres parisinas al clamor por vestidos hechos de plástico y metal? ¿Quién sino Paco Rabanne podría imaginar una fragancia llamada Calandre (cuyo significado es ‘parrilla de automóvil’) y convertirla en un icono de la feminidad moderna? Ese espíritu radical y rebelde lo distingue: solo hay un Rabanne. Con su fallecimiento recordamos una vez más su enorme influencia en la moda contemporánea, un espíritu que perdura en la Maison que lleva su nombre".
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Aquí recordamos algunos de los diseños más emblemáticos que creó Paco Rabanne en honor a su gran trabajo y visión de la moda.
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