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Kun Agüero y su posible vuelta al fútbol: el recuerdo del trágico final del Búfalo Funes, que se retiró y murió a los 28 años

2024-02-23T13:14:07.354Z

Highlights: Juan Gilberto Funes, delantero puntano que ganó todo con River, falleció en 1992 luego de ser operado del corazón cinco veces en cuatro meses. Funes era prácticamente un desconocido cuando River le pagó 400.000 dólares a Millonarios de Bogotá por su ficha in julio of 1986. “Tuve la suerte de aparecer justo y darle a River la posibilidad of ganar la Copa. Agradezco a la gente que confió en mí”, dijo Funes.


El delantero puntano que ganó todo con River falleció en 1992 luego de ser operado del corazón cinco veces en cuatro meses.En 2021, cuando Kun Agüero tuvo que retirarse como profesional por una afección cardíaca, su caso vino a la memoria.


Los problemas cardiológicos que Sergio Agüero evidenció en 2021 durante el partido entre Barcelona y Alavés, que lo obligaron al retiro como futbolista profesional, hicieron recordar a más de uno la historia de Juan Gilberto Funes, quien vivió días de gloria con la camiseta de River, debió retirarse prematuramente por una insuficiencia aórtica y falleció a los 28 años. Y en esta semana especial en la que 'Kun' blanqueó que podría retornar para vestir la camiseta de Independiente, todo se recicló.

Funes era prácticamente un desconocido cuando River le pagó 400.000 dólares a Millonarios de Bogotá por su ficha en julio de 1986. El Búfalo, nacido el 8 de marzo de 1963 en San Luis, había debutado a los 16 años en Huracán de su ciudad y luego había vestido las camisetas de Estudiantes de San Luis, Jorge Newbery de Villa Mercedes, Sarmiento de Junín y Gimnasia de Mendoza antes de partir a Colombia a fines de 1984.

Con Millonarios hizo 55 goles en un año y medio, lo que despertó el interés de River, que tres meses antes había ganado el torneo local y estaba iniciando su andar en la Copa Libertadores, el torneo que tantas veces le había resultado esquivo. “Esto es un sueño. Cualquier futbolista quiere llegar a River y yo no soy la excepción. Quiero ser el número nueve de River. Acá hay muy buenos jugadores y tendré que ganarme el puesto, pero tengo una gran fe en mis condiciones”, dijo el delantero cuando fue presentado.

Juan Gilberto Funes marcó el único gol en la revancha de la final de la Copa Libertadores de 1986.

Funes terminó siendo una pieza clave en la obtención del torneo continental. Marcó tres goles, entre ellos dos en las finales ante América de Cali: el primero en la victoria 2 a 1 en la ida en el estadio Pascual Guerrero y el único en el triunfo en la revancha en el Monumental. “Tuve la suerte de aparecer justo y darle a River la posibilidad de ganar la Copa. Agradezco a la gente que confió en mí a pesar de no conocerme demasiado y que me permitió vivir este momento inolvidable”, afirmó la noche de la consagración.

With Núñez's club he also won the Intercontinental Cup, in December of that year against Steaua de Bucharest in Tokyo, and the Inter-American Cup, in August 1987 against Alajuelense of Costa Rica.

And his good performances led him to the National Team: he was part of the team led by Carlos Pachamé that obtained the ticket to Seoul 1988 in the Pre-Olympic that was played in Bolivia between April and May 1987 and participated in the Copa América that year in Argentina (he entered the second half of the semifinal against Uruguay and the duel against Colombia for third place).

In November 1987,

River transferred him to Olympiacos for US$1.1 million

.

In Greece he had a good first semester, but then he had clashes with the Polish coach Jacek Gmoch.

To make matters worse, at the end of 1988 the Athenian institution entered a virtual acephaly due to the arrest of its president.

Then Funes packed his suitcases and returned without even notifying the club.

Juan Gilberto Funes holds the Intercontinental Cup trophy with Nery Pumpido.

“I couldn't take it anymore.

He was very bad, she had had attacks of hypertension.

She couldn't go on like this.

Greece was hell,” she justified.

Then he got special permission from FIFA and joined Vélez.

“The earth and the blood pull.

Also next year the World Cup is being played and I would like (Carlos) Bilardo to take me into account.

On May 8 I turn 26 years old, I am whole and eager to play anywhere,” he explained in an interview published in

Clarín

on March 5, 1989.

A good year at Liniers opened the doors of Boca for him.

In the mid-1990s he did the preseason with the Xeneize team in Huerta Grande, but a tempting offer from Nice changed his sporting destiny.

And he also changed his life: in the medical studies prior to signing the contract, a heart condition was detected

that frustrated his passing.

“This murmur always came up in my medical exams: in Colombia, in River, in Vélez.

At the age of 18, in San Luis, they had already detected it.

But the doctors didn't give it much importance.

I always felt good, strong, with desire,” he told Clarín on August 2.

By then, the chance to disembark in Boca had gained strength again.

So much so that on August 9 he played a friendly against Banfield at La Bombonera (he entered for Walter Pico), he signed a contract a few days later and it was even speculated that he would make his debut in a match against Chaco For Ever for the fifth date of the Apertura Tournament. .

But

Dr. Alberto Gallo, President Antonio Alegre's cardiologist

, analyzed the player's studies and advised that Funes abandon professional soccer because that could put his life at risk.

Vélez was the last club for which Juan Gilberto Funes played.

La última palabra la tuvo una junta médica integrada por Raúl Oliveri, Carlos Bertolassi y Carlos Taquini, tres cardiólogos que analizaron el caso por pedido de Boca. El informe fue categórico. “El señor Funes padece una insuficiencia aórtica y, por lo tanto, se aconseja al paciente la suspensión de toda actividad física excesiva, considerando que no debe participar en deportes de alta competencia como el fútbol profesional”, sentenció el dictamen de los profesionales.

El 27 de septiembre de 1990, Funes anunció su retiro. “Realmente no estaba preparado para afrontar esta decisión, pero debo tomarla y en forma definitiva, ya que la opinión de los médicos es contundente y mi vida está de por medio”, explicó en el Hospital Italiano, donde había recibido la noticia.

Alejado del fútbol profesional, participó en pruebas de rally en su provincia y en abril de 1991 disputó un amistoso con la camiseta de Defensores del Oeste, un equipo de la Liga Sanluiseña, frente a Sarmiento Juventud Unida de Tilisarao. Esa tarde hizo tres goles. “Algún día no muy lejano volveré a Buenos Aires, me realizaré otros estudios y después seguro volveré a Boca”, se ilusionó.

Pero eso nunca sucedió. En septiembre de ese año debió ser internado y sometido a una operación. Fue la primera de cinco intervenciones quirúrgicas en apenas cuatro meses. La última, efectuada el 11 de enero de 1992 en el Sanatorio Güemes de la ciudad de Buenos Aires (adonde había sido trasladado seis días antes desde San Luis) para reemplazarle la válvula aórtica.

Juan Gilberto Funes con la camiseta de Boca. Nunca llegó a debutar.

“Había que operarlo, no había otra posibilidad. El diagnóstico era una endocarditis bacteriana, con gran cantidad de vegetaciones que comprometieron la inserción de una prótesis valvular y del injerto anteriormente colocado”, explicó el cardiólogo Sergio Perrone, uno de los integrantes del equipo de René Favaloro que había estado a cargo de la intervención. Un par de horas después de esa operación, el exfutbolista sufrió una arritmia ventricular y un paro cardíaco que lo llevaron a la muerte. Tenía solo 28 años.

Los restos de Funes fueron trasladados a San Luis, donde fue velado en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de la provincia. Allí miles de personas tributaron el último homenaje al ídolo, entre ellos Diego Maradona, Ricardo Gareca, Oscar Ruggeri y Carlos Fernando Navarro Montoya. Fue enterrado en el Cementerio del Rosario de la capital provincial.

“I am devastated, Juan was dead inside, but on the outside he had incredible strength.

He fought until the last moment.

Now we have to support Ivanna (the ex-soccer player's wife) and Juampi (his son),”

said Maradona.

The best player of all time, who at that time was serving a suspension for doping, kept his word: three months later, he organized a tribute match on the Vélez field in which many of the Argentine soccer figures of that time participated.

The money raised went to the

Buffalo

family .

Source: clarin

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